El cuento se realiza entre 2 mundos.

Un mundo es el mundo visible en el que vivimos en conciencia. El otro mundo es un mundo invisible, el mundo de los sueños, el mundo del espíritu

Los fuegos fatuos representan la voluntad del hombre. Y generan una deuda con el río, el alma del mundo.

El barquero solo nos cruza del mundo del espíritu, del mundo de los sueños al mundo visible. Pero no nos cruza del mundo visible al espiritual.

El río, el alma del mundo no acepta monedas de oro, porque agitan las pasiones, deseos y egoismos humanos. Formando terribles olas.

El río, el alma del mundo solo recibe frutos de la tierra. El conocimiento que se obtiene por medio del entendimiento de la naturaleza.

La serpiente verde vivía en una profunda cueva en donde no peneraba la luz. La Serpiente Verde representa la gran fuerza vital del hombre, pero carece de la sabiduría.

La Serpiente Verde come el oro que el barquero tira en su cueva. Adquiere luminosidad y brillo al integrar sabidurá en su ser. Sale en busca de quién dá ese oro. Y se siente muy bien entre las hojas y yerba del campo.

La Serpiente Verde, la parte vital del hombre se encuentra con los fuegos fatuos,  la fuerza de la voluntad. Le dan más oro se vuelve más lumina y expresa a los fuegos que ella al medio día los puede pasar al otro lado del río.

La serpiente que puede pasar al medio día representa al hombre que a logrado una evolución y su maderuz, el medio día le permite entrar al mundo espiritual.

En su cueva la Serpiente Verde había decubierto un templo, que no había podido ver, pero ahora que había obtenido luminosidad, conocimiento, fue al encuentro y el Rey de Oro le hizo 3 importantes preguntas:

—¿De dónde vienes?—De los abismos en los que reposa el oro —respondió la serpiente.

—¿Qué es más precioso que el oro? —preguntó el rey.—La luz —contestó la serpiente.

—¿Qué es más reconfortante que la luz? —preguntó aquél.—La palabra —respondió ésta.

El rey deoro es el rey de la Sabiduría.

La Serpiente Verde también distingue al rey de plata. Que desea saber si llega a fin su reinado. La respuesta se la da el hombre de la linterna. Tarde o nunca. El rey de plata es el rey de la Belleza y la Piedad.

El rey de bronce, símbolo de la fuerza de Voluntad. Su forma es más parecida a una roca que a un hombre.

El Anciano de la Linterna. Es la fuerza de la razón, que da a luz lo que es útil. Esta luz solo pudo brillar porque la Serpiente Verde ya tenía luz, tenía conocimiento y así pudieron aparecer las dos luces.

La luz de la linterna tiene la propiedad de convertir en oro la piedra, en plata la madera y en gemas preciosas los animales muertos.

El rey de oro se dirigió al anciano:—¿Cuántos secretos sabes?—Tres —dijo el anciano.—¿Cuál es el más importante? —preguntó el rey de plata.—El que es revelado —contestó  el anciano.—¿Nos lo quieres también hacer saber? —preguntó el rey de bronce.—En cuanto sepa el cuarto —dijo el anciano.—¡Qué me importa! —murmuró para sí mismo el rey mixto.—Yo sé el cuarto —dijo la serpiente, que se acercó al anciano y le siseó algo al oído.—¡Ya es tiempo! —exclamó el anciano con poderosa voz.

La luz del anciano y la luz adquirida de la serpiente le permiten distinguir el cuarto secreto.

La esposa del Anciano de la Linterna, asume la deuda de los fuegos fatuos, los fuegos lamen las paredes de oro y al dejar las monedas su perrito muere. El oro en las paredes simboliza la sabiduría que rodea al hombre, todo lo que está a su alrededor es el oro. Es el conocimiento, toda la experiencia colectiva de la humanidad ha sido recopilado en la ciencia humana. Cuando es sabiduría abstracta produce la muerte como al perrito. La serpiente Verde Transmuto el conocimiento, lo hizo parte de sí, conocimiento vivo.

La  sabiduría de los libros de los que ya han muerto, y que no ha sido vivificada por el Espíritu, mata todo lo vivo. Pero, cuando se une  con el origen de la Sabiduría, con la hermosa Lilí, entonces se despierta a la vida. Por eso el perrito viviria con Lilí.

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