El vuelo del águila

El águila despliega sus alas para alcanzar las montañas, y llevar en su plumaje el pensamiento de los hombres.

Queridos amigos en el invierno, ocurren muchas cosas fabulosas algunos animales como el águila emigran a otras tierras en donde no hay tanto frio.

Pero otros como las marmotas, serpientes, osos, murciélagos hibernan, es decir pueden estar durante todo el invierno durmiendo, en una cueva, sin comer ni beber, y estan perfectamente hasta que termine el invierno.

 

Día de las Candelas

-Papá, dice Sebastián, mamá me comentó que este 2 de febrero vamos a celebrar el día de las Candelas, porque Jesús fue presentado en la iglesia y Jesu-Cisto es la luz del mundo.

-Asi es, Sebastián es una fiesta hermosa has de saber que también los que conocen y trabajan la tierra, ese día preparan la tierra para la primera siembra. Tambén la marmota que estaba hibernando sale y si ve su sombra se regresa a la cueva por 6 semanas más y si no ve sombra sale a la luz del sol.

-¿Y que vamos a hacer nosotros?

-Como es tiempo de purificación y permitir a la luz brillar. Lo primero que vamos a realizar es una super limpieza y colocar velas y le pediremos a mamá que nos de un personaje para el fuego y otro para el agua.

-Y también vamos a elegir qué semillas vamos a sembrar esta primavera y en unos saquitos los colocaremos cerca de nuestras velas.

-Muy bien dice Sebastián. A limpiar, creo que hace falta en mi recámara.

 

 

Hacia el Carnaval

-Ahora queridos amigos después de estos días frios y de momentos en que hemos permanecido en casa. Llegó el tiempo del Carnaval, elijan una máscara y juguemos un rato a ser el personaje elegido.

-Perfecto gritaron con júbilo los niños.

Ahora a preparar nuestro teatro....

Tenemos unas hermosas fábulas.

 

Un leñador que a la orilla de un río cortaba leña, perdió su hacha. Sin saber que hacer, se sentó llorando a la orilla. 

 Hermes se compadeció de su tristeza, y se arrojó al río y volvió con un hacha de oro, le preguntó si era esa la que había perdido. Le contestó el leñador que no, y volvió Hermes a sumergirse, regresando con una de plata. El leñador otra vez dijo que no era suya, por lo que Hermes se sumergió de nuevo, volviendo con el hacha perdida. Entonces el hombre le dijo que sí era esa la de él. 

Hermes, seducido por su honradez, le dio las tres hachas.

Al volver con sus compañeros, les contó  su aventura. Uno de ellos se propuso conseguir lo mismo. Se dirigió  a la orilla del río y lanzó su hacha en la corriente, y se sentó a llorar. 

Entonces Hermes se le apareció también y, sabiendo el motivo de su llanto, se arrojó al río y le presentó igualmente un hacha de oro, y le preguntó si era la que había perdido. El bribón, muy contento exclamo:

-¡Sí, ésa es!

Pero el dios horrorizado por su desvergüenza, no sólo se quedó con el hacha de oro, sino que tampoco le devolvió la suya.

 La divinidad no sólo ayuda a quien es honrado, sino que castiga a los deshonestos.


Paseaba un león por una playa y vio a un delfín asomar su cabeza fuera del agua. Le propuso entonces una alianza:

-- Nos conviene unirnos a ambos, siendo tu el rey de los animales del mar y yo el de los terrestres--

Aceptó gustoso el delfín. Y el león, quien desde hacía tiempo se hallaba en guerra contra un loro salvaje, llamó al delfín a que le ayudara. Intentó el delfín salir del agua, mas no lo consiguió, por lo que el león lo acusó de traidor.

-- ¡ No soy yo el culpable ni a quien debes acusar, sino a la Naturaleza-- respondió el delfín --, porque ella es quien me hizo acuático y no me permite pasar 
a la tierra !

 

Cuando busques alianzas, fíjate que tus aliados estén en verdad capacitados de unirte a tí en lo pactado.

 

 Una montaña estuvo enormemente agitada una vez. 

Ruidos y  gemidos fuertes fueron oídos, y muchedumbres de  personas vinieron de todas partes para ver que era lo que ocurría.
 
Mientras ellos estaban a la expectativa, pensando que habría una calamidad terrible, lo que de pronto salió fue un ratón.

 

No siempre mucho ruido indica una gran acción.

 

Un niño metió su mano en un recipiente lleno de dulces. Y tomó lo más que pudo, pero cuando trató de sacar la mano, el cuello del recipiente no le permitió hacerlo. 

Como tampoco quería perder aquellos dulces, lloraba amargamente su desilusión. 

Un amigo que estaba cerca le dijo: - Confórmate solamente con la mitad y podrás sacar la mano con los dulces-.

 

Nunca trates de abarcar más de lo debido, pues te frenarás.

 

 

-Papá, dice Sebastián, mira lo que nos mandó un amigo de la celebración en su escuela del Carnaval y el día de la Paz

El fin del carnaval nos lleva al tiempo de cuaresma